El CD.Caspe avanza en su día a día y alcanza el último cuarto del siglo veinte. Años convulsos en la dirección de la entidad caspolina. La estabilidad mostrada en el último octenio con fuertes juntas directivas cae como castillo de naipes y eso se nota en todos los niveles.
Pero qué sería de un equipo de fútbol si no se levantara tras caer. La Primera Regional siempre le ha ido pequeña al conjunto caspolino y, a excepción de una vez desde que se creó la Preferente, siempre ha estado solo una temporada en el exilio de la regional.
Esa, la temporada 78/79, fue de júbilo. Se logró el ascenso a Preferente siendo, además, campeón del grupo; con un equipo enteramente local y la inclusión del venerado por los aficionados, Morata. Temporada en la que se marcaron ciento cinco goles, a tres de media por encuentro.
Guarismos que dieron para un himno, con música de Juan Pérez Ribes y letra de Manuel Callao Gavín. ¡Aúpa Caspe! ¡Aúpa Caspe!, Club de fútbol caspolino… y sigue…
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